LIBRO DE FIRMAS

Guestbook

II CONCURSO DE MICRORRELATOS. Categoría: Segundo Ciclo ESO

  1. EL SUEÑO. El sueño es una fantástica sensación de acortación de la muerte en la que puedes hacer realidad tus mejores deseos hasta despertar y aguantar la costosa y aburrida rutina de todos los días con la esperanza de volver a soñar y con miedo de caer en el sueño eterno. Ray.
  2. ¡QUÉ ESTRÉS! Estreso mucho a la gente,escuchan mi nombre y unos se quejan,otros hacen cálculos y a otros,la verdad,no les importo mucho.¡Estoy harta de ser la crisis! Zapatero.
  3. Estuve sentada en mi habitación pensando en que me estaba casando con una persona especial. Pero luego me di cuenta de que estaba en una iglesia vestida de negro. Poly
  4. Yo estaba en frente de un pozo de agua mirando cuando me di cuenta de que era el pozo quien me estaba mirando a mí. Casper
  5. María era una niña rubia que viajaba por el desierto sola sin nadie que consuele su desilusión.Cada vez se sentía tan débil y ligera que cuando se dio cuenta, tenía su piel amarilla y formaba parte del desierto y la soledad. Flaca
  6. ÚLTIMO MOVIMIENTO Una silueta blanca se alzaba como la más poderosa sobre el terreno, donde se podía apreciar con claridad una masacre de cuerpos alrededor. Enfrente de ésta, quedaba en pie una silueta desfigurada, en la lejanía, casi sin distinguirse su forma, de color negro, y en el punto de mira, preparada para morir como un héroe. Los detalles de lo que ocurrió a continuación fueron muy rápidos: Blancas ganan; el damón juega y se come a la última dama negra. Mickey Mouse
  7. Me encontraba en una húmeda y oscura sala. Estaba consciente aunque aún sufría los efectos del cloroformo. No estaba maniatado por lo que me puse de pie y eché un vistazo a la sala, aunque no pude ver nada. De repente noté una respiración entrecortada detrás de mí y me giré, pero ya era demasiado tarde. La áspera y gruesa cuerda ya había rodeado mi cuello y apretaba cada vez más fuerte. No pude gritar, ni defenderme, ni siquiera ver la cara de mi agresor. Me faltaba el oxígeno y la angustia era cada vez mayor. Las piernas me fallaban y clavé las rodillas en el frío suelo. Definitivamente ese era mi fin, la fuerza no cesaba y no pude aguantar.
    No me llegaba el oxígeno a los pulmones...
    No, necesito aire... Suéltame, por favor... Pensaba mientras me estrangulaban.
    Yo nunca quise terminar así... Ya no siento los músculos...
    Los ojos se me nublan... Alacrán
  8. Él fue adelantándose en la sala, tomó asiento y me miró a los ojos. Nunca olvidaría esos ojos, esas sucias manos manchadas de odio. Sus puños aún tenían las heridas de la última noche ahogada en el alcohol. Por fin se haría justicia ante el, la única persona a la que me arrepiento de haber conocido. Suiza
  9. ¿OSCURIDAD O LUZ? Todo estaba oscuro, excepto un puntito blanco, que me indicaba a dónde tenía que dirigirme. Tenía mucho miedo, pues no veía ni apreciaba nada más que el camino que reflejaba esa luz. Una fuerza sobrenatural me intentaba arrastrar hacia la luminosidad, y yo no sabía qué hacer. La fuerza era cada vez mayor, y la temperatura y la presión cada vez aumentaban más y me arrastraban hacía allí. En la lejanía, unos gritos se oían, como si de una tortura se tratase. Cuando salí de esa bruma de oscuridad, acababa de nacer. Peter Pan
  10. Y cuando por fin se decidió a utilizar los servicios de una prostituta como consecuencia de un largo periodo sin sexo le abrió la puerta del local su (estrecha) esposa. Soledad
  11. EL NUEVO SANTA CLAUS. El niño escuchó un ruido sordo procedente del salón Entusiasmado saltó de la cama y corrió a fisgar desde detrás de la puerta. Este año Santa Claus no llevaba sus comunes ropajes blanco y rojo, en cambio la chaqueta negra le llegaba hasta las orejas El Nuevo Santa Claus empezó a introducir objeto en su saco, primero la tele de plasma, luego la lámpara bañada en oro…
    El pequeño observo atentamente sin comprender, pero dejo que Papa Noel continuase.
    Su forma de hablar también había cambiado, el conocido” ¡How, how, how Feliz Navidad!” de siempre se había transformado en maléficas carcajadas. Limonera
  12. TERROR AL OTRO LADO DEL PASILLO. Él se adentró en el edificio, y tras aquella puerta de madera, había un largo pasillo...
    La oscuridad bañaba todo el espacio, y al fondo de aquel siniestro corredor se filtraba un haz de luz a través de la puerta. De pronto, escuchó unos desgarradores gritos que sus oídos no alcanzaban a entender. Decidió acercarse más y más, y conforme se aproximaba, aquellos gritos se hacían más claros y audibles... Se acercó hasta que tuvo el picaporte oxidado al alcance de su mano. Y por fin, giró el picaporte y averiguó el por qué de esos gritos...
    Era su compañera de piso gritando:
    -¡¡¡PAPEL DE BAÑO POR FAVOR!!! Arriba la Esteban
  13. COSAS INESPERADAS. Cruce el umbral de la puerta y me encontré a un furioso Mickey Mouse propinando torpes puñetazos a un soldado asustado. Pipi Lanstrun se rascaba la negra barba mientras bailaba al son de la música junto a una tortuga borracha .En una esquina del local La Sirenita , un perro gigante y Dumbo, fumaban algo mas que tabaco. Pude observar a una pera desorientada al fondo del bar y a Kika Superbruja gritando sandeces a la muchedumbre.
    Parecía ser que la fiesta de carnaval no había comenzado demasiado bien. Limoncete
  14. MI GRAN DÍA. Me levanté nerviosa y ansiosa, ese día iba a ser mi gran día, el día que tanto había soñado y planificado con mis amigas desde que era niña, y por fin, había llegado.
    Abrí el armario y allí estaba, mi vestido blanco. Me lo puse y me desenredé el pelo, no quería que me tomaran por loca con aquellos pintas.
    Salí de aquella habitación corriendo, ilusionada. Mis oídos ya podían escuchar las campanas sonando... Era todo tan mágico, tan irreal... Ya estaba saliendo por la puerta cuando... ¡Oh, no! Se me puso un señor de bata blanca en medio, y naturalmente no me dejó salir... ¡Qué pena! Se trataba de mi tercer y frustrado intento de fuga de aquel manicomio. Ella
  15. DESCONCIERTO. De repente una luz muy brillante me azotó la cara. Mucha gente me miraba y al fondo oía a una mujer llorar. Me pegaron. Entonces supe que acababa de nacer. Ibby
  16. LA PENA. Lo siento, dijo mirando más allá de la pequeña ventana, su habitación gris cada vez parecía más pequeña. Llegado el momento, oyó su nombre, se acercó a la puerta y entonces, al ver a esos hombres acercandose a él se dio cuenta de que había llegado su hora. La pena de muerte le esperaba. Darky

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